jueves, 30 de enero de 2014

“Mucho que ganar, nada que perder” Ricardo Camacho

CAPÍTULO 3. COMPETENCIAS EN LA EDUCACIÓN Con el desmedido avance tecnológico y el crecimiento de la población, el tiempo y el espacio ya no son un problema ni una barrera para el intercambio de puntual de información y dan fácil acceso a cualquier conocimiento. Claro que estos factores causan una estrecha interdependencia mundial, por ejemplo en el ramo de la economía, haciendo sensibles a todas las naciones ante cualquier cambio o desajuste de alguna de ellas. En el campo científico y ante los nuevos descubrimientos que surgen a diario, se ha dado un gran avance a favor de la humanidad. También es de mencionar, el intento masivo que se está fomentando hacia la paz mundial, la igualdad de oportunidades y la eliminación de diferencias entre todos los seres humanos. Se ha logrado una red de transporte mucho muy accesible hacia prácticamente cada rincón del planeta, acercando en consecuencia beneficios sociales, técnicos y culturales a gran parte de la población mundial. Este crecimiento le ha favorecido a la educación en cuanto a que tiene más oportunidades de progreso y de compartir nuevos principios que le ayudan a los seres humanos a desarrollar mejor todos sus potenciales, y en consecuencia brindar un beneficio a su comunidad y a él mismo. Los ciudadanos ya son más conscientes del gobierno que tienen y por lo tanto les exigen y cuestionan sobre sus actos. El ser humano tiene más oportunidades de migrar hacia el lugar que mejor le convenga a sus intereses y le proporcione los satisfactores deseados. Pero todo este crecimiento también ha repercutido en cuestiones negativas como la contaminación, producto de la irresponsabilidad de los seres humanos en el descuido y abuso hacia la naturaleza; por ende se ha visto afectado al equilibrio ecológico de una forma tal que pone en riesgo su existencia misma. Esta ola de crecimiento ha favorecido que la delincuencia crezca a todos los niveles ya que se ha vuelto una práctica común apegarse a las cosas materiales. Es necesario estar conscientes de que todo este “progreso” y su interrelación, hace que tanto lo bueno como lo malo afecte a todos los demás. En la actualidad se pretende que la educación sea más viable hacia la transformación integral del ser humano, que no sólo adquiera los conocimientos básicos sino que estos le conduzcan a una transformación global, que lo lleven a desarrollar una conciencia de fraternidad, serenidad, paz y armonía. Se busca que el cambio sea de mejora permanente para que se pueda mantener una vida más equilibrada. El cambio del paradigma de la enseñanza por el paradigma del aprendizaje, ha sido el más importante en este sector. Está más que comprobado que se debe de dejar atrás la educación tradicional. Es fundamental enfocarse al proceso de aprendizaje de los alumnos. Entre los factores del paradigma del aprendizaje (cognitivo) se pueden mencionar los principios, que abarcan: la psicología genética, el aprendizaje significativo, el aprendizaje por descubrimiento y la socialización del proceso de conocimiento. En las dimensiones se encuentra: atención, percepción, memoria, inteligencia, lenguaje y pensamiento. Los factores que comprenden la visión del ser humano son: dinámico, interrelacionado, único, con actividades propias, procesando información. Para el aprendizaje es necesario: síntesis de la forma y contenidos, percepciones relativas y personales; antecedentes, actitudes y motivaciones individuales; el estudiante es sujeto activo y procesador de información. Los individuos organizan, filtran, codifican, categorizan, asocian, estructuran, integran, evalúan y aplican. Entre las diferentes corrientes que ha tenido el paradigma cognitivo, se encuentran el constructivismo, el constructivismo social, el constructivismo psicológico, el constructivismo sociocultural y las competencias educativas. Existe un mundo de diferencias entre la educación tradicional y la apoyada en competencias, la más importante y como ya se había mencionado, es que la segunda se orienta al aprendizaje y la primera a la enseñanza. En la tradicional lo que importa es el conocimiento y en la de competencias el desempeño. En pocas palabras, la finalidad de este tipo de educación es promover los procesos de conocimiento personal de cada alumno y hacerlos independientes por medio del aprendizaje significativo. Para que esto pueda suceder, es necesario que el docente se prepare en varios aspectos, como prever el ambiente de aprendizaje, visualizar los resultados de aprendizaje, tener un manejo de grupo efectivo, prever la inteligencia emocional en el aula, considerar estilos de aprendizaje, contar con diferentes técnicas dinámicas y didácticas, prever las estrategias de aprendizaje, prever instrumentos de evaluación, prever evidencias de aprendizaje y el trabajo colegiado. Es deber del docente despertar en sus alumnos la curiosidad por aprender, por ir más allá y no quedarse con lo que en el aula se le enseñe. Se requiere de un arduo trabajo previo por parte del maestro a fin de que el alumno alcance el éxito en todo lo que emprenda. Todos los alumnos cuentan con un potencial ilimitado, tienen un conjunto de habilidades que poco a poco irán descubriendo y desarrollando, apoyados por su familia y con la escuela. Según Fred Evers y Rush (1996) las competencias esenciales de un ser humano son la autogestión, la comunicación, el manejo de personas y tareas, movilizar innovaciones y cambios. Todas las competencias y capacidades que tiene el ser humano son construibles, se van integrando y es él quien las irá desarrollando y evolucionando según sus necesidades. Las competencias se trabajan en forma individual pero al realizarlas en equipo, estas se enriquecerán y podrán alcanzar propósitos de bienestar para más personas. Los individuos deben de adaptarse a la sociedad, ya que esta cambia día a día, así como al sector laboral al que se integre; para esto le sirven sus competencias, al aplicarlas, estará en sintonía y al ritmo que le marque cada cambio. Claro que los docentes o facilitadores también deben de aplicar sus competencias a la hora de estar con los alumnos. Es necesario que cuenten con la disposición de cambiar al ritmo que marque el sector educativo. Ellos tienen una responsabilidad muy grande, que es la de llevar el aprendizaje de sus alumnos a la par de las exigencias diarias, a los avances de la tecnología y las necesidades que el contexto demanden. Deben de ser personas preparadas y tener conciencia de fortalezas y debilidades para poder avanzar con su preparación.

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